Ante la posibilidad de que una nueva planta de potabilización y toma de agua sea construida en el Río de la Plata, opción que el gobierno nacional tiene a estudio bajo el nombre Proyecto Neptuno, integrantes del Departamento de Ecología y Gestión Ambiental del Centro Universitario Regional del Este, Universidad de la República (CURE-Udelar) difunden un documento con reflexiones y consideraciones.
El documento fue producido por los profesores Guillermo Goyenola, Mariana Meerhoff y Franco Teixeira de Mello, con el título «Reflexiones y consideraciones respecto al Proyecto Neptuno desde una perspectiva científica con foco en el análisis de ecosistemas acuáticos y la sustentabilidad ambiental».
Allí los investigadores explican que se estudia «la construcción de una nueva planta de potabilización y toma de agua en el Río de la Plata, posiblemente en la localidad de Arazatí, San José. Este proyecto denominado Neptuno, podría aportar un equivalente al 30% del volumen de abastecimiento de agua potable en el área metropolitana».
«El objetivo de este documento es hacer llegar a la comunidad el resultado de una reflexión profunda y general basada en el conocimiento científico sobre el estado de nuestros ecosistemas acuáticos y su uso como fuentes de agua potable. El análisis se construye sobre el entendido de que la situación global de las aguas en Uruguay tiene una relevancia estratégica para el Estado. Cabe consignar que desde nuestro rol como científicos dedicados al análisis de los ecosistemas acuáticos no nos corresponde analizar aspectos políticos vinculados a la temática», señalan.
Entre otras observaciones, plantean que «tener fuentes redundantes de agua potable es de la mayor relevancia estratégica y un factor relevante de seguridad pública», y a la vez, «las fuentes alternativas de agua para potabilizar deben ser seriamente consideradas, y elegidas de forma de disminuir la elevadísima presión e impacto ambiental ya existente sobre los ecosistemas acuáticos continentales, a la vez que evitar generar nuevos problemas ambientales y/o riesgos sanitarios».
Los expertos entienden que «el Río de la Plata y el Océano Atlántico deberían ser considerados únicamente como fuentes complementarias de agua, y no como sustitutivas».