El martes 19 de noviembre se realizó una charla organizada por la Secretaría de Ciencia y Tecnología, el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y el Consejo Nacional de Innovación, Ciencia y Tecnología (CONICYT), titulada «Descentralización de la enseñanza pública, la investigación, la ciencia y tecnología: estado actual de avance y perspectivas».
En representación de la Udelar, el evento contó con presentaciones del rector, Rodrigo Arim, y del presidente de la Comisión Coordinadora del Interior (CCI), Rodney Colina. También hicieron uso de la palabra José Luis Repetto, presidente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA); Edith Moraes, subsecretaria del MEC; Wilson Netto, presidente del CODICEN; y Rodolfo Silveira, consejero de UTEC.
Colina destacó algunos hitos de la Udelar que permitieron su desarrollo en el interior. La institución, indicó, planteó un proceso de regionalización, de desarrollo y discusión de un plan estratégico basado en las diversas características del territorio, «teniendo en cuenta las inquietudes de la sociedad, de todos los colectivos que están en el territorio y también una visión universitaria de desarrollo».
En 2007 se generó un documento que orientó el desarrollo de las políticas en el interior del país con la creación de la Comisión Coordinadora del Interior y del Centro Universitario Regional del Este (CURE), entre otras acciones relevantes como la creación de los Programas Regionales de Enseñanza Terciaria (PRET) en 2008.
En 2010 una asignación presupuestal muy importante marcó un antes y un después en el desarrollo en el interior, a excepción de las estaciones experimentales que la Facultad de Agronomía ya tenía consolidadas. En particular, esta inversión permitió el desarrollo de los Programas de Desarrollo Universitario (PDU) que marcaron la radicación de docentes altamente formados, es decir, con posgrados, con alta carga horaria y con dedicación exclusiva a la Udelar en el territorio. Los PDU, explicó, son proyectos concursables que son evaluados académicamente y permiten la instalación de grupos docentes altamente formados en el territorio.
También mencionó otros hitos como la creación de la casa de Rivera, la casa de Tacuarembó y su pasaje a sede, la creación de la casa de Fray Bentos, de Artigas, de Melo, y la creación de los Centros Universitarios Regionales (Cenur). Estos últimos implicaron «pensar regionalmente la creación de centros universitarios desde el punto de vista geográfico, con estudios hechos con muchos indicadores en cuanto a la conectividad, a las necesidades regionales de desarrollo, y la población a la cual atendería ese desarrollo universitario».
Recordó que este año el Consejo Directivo Central (CDC) creó el Cenur Noreste, que incluye a la sede de Tacuarembó donde la Udelar trabaja conjuntamente con INIA, generando capacidades locativas de laboratorios, nuevas carreras y oportunidades de formación de posgrado. También incluye la sede de Rivera, que tiene «otro contexto tremendamente importante porque es un campus que apunta mucho a la educación, con la presencia de ANEP, Udelar y UTEC trabajando conjuntamente en un mismo territorio en la educación terciaria y la formación de recursos humanos».
La Udelar tiene en el interior 88 ofertas de enseñanza que incluyen carreras de grado, posgrado, tecnológicas y ciclos iniciales. La matrícula de estudiantes ronda en el entorno de 17.000 estudiantes en el interior, lo cual significa un 10,2% de la matrícula total de la Universidad. Tiene 54 grupos PDU en el territorio con ejes temáticos específicos por región, y tiene 229 cargos docentes ocupados, siendo la mayoría de ellos grados 2 y 3 con Dedicación Total. Colina señaló que es una obligación de esos docentes hacer posgrados y comprometerse con el proceso de regionalización de la Udelar. El nivel de dedicación se ve reflejado también en el aumento de la producción de publicaciones.
«Esto debe estar acompañado por una fuerte inversión en estructura no docente y desarrollo edilicio en el territorio», afirmó e indicó que la Udelar tuvo un crecimiento vertiginoso en m2 construidos, pasando de tener menos de 8000 en el año 2002 a 40.000 en la actualidad.
Auguró que a futuro la Udelar fortalecerá este proceso, pero asociándose a otras instituciones educativas y de investigación que están en el territorio y en Montevideo. Además, agregó que actualmente la Universidad está trabajando en la etapa B del proceso: generar departamentos académicos que agrupen los equipos de investigación para «consolidar y darle un pienso colectivo al proceso de desarrollo».
Descentralización basada en el dialogo con la sociedad
Por su parte, el rector señaló que la Udelar optó por un modelo particular de descentralización universitaria: tomó el camino y la decisión de empezar a construir, casi desde cero, con algunos supuestos de base que condicionaban la estrategia. El primero de ellos fue el concepto de desarrollar universidad en el territorio con el mismo nivel y los estándares que tiene en Montevideo. Segundo, «la necesidad de hacerlo en diálogo con la sociedad sin caer en una lógica clientelar, sin pensar que lo que vamos a hacer es responder a una demanda puntual que emerge en el territorio».
Para Arim esa estrategia se basa en la radicación de recursos humanos, la ubicación de inversiones en infraestructura edilicia y no edilicia imprescindible para la vida universitaria, y la construcción de una comunidad universitaria abierta, es decir, establecer un vínculo con la sociedad pero de carácter crítico, «que no implica una respuesta automática a las demandas puntuales que emergen en primera instancia de esa sociedad local». Un atributo clave de esa estrategia es la regionalización: desarrollar la universidad en regiones con ofertas complementarias a nivel de formación y capacidades locales de investigación y articulación en términos de extensión universitaria. En ese sentido, se generaron carreras de grado novedosas para el país y que fueran al encuentro de la necesidad de construir ciertas capacidades profesionales y académicas que el país no tenía, como por ejemplo, Ingeniería Forestal, Ingeniería Biológica, Ciencias Hídricas, Química Agrícola y Medioambiental, Gestión Medioambiental, entre otras.
La prioridad en este proceso es desarrollar la Udelar con el mismo nivel y los mismos estándares de calidad que tenía configurados previamente, lo que presupone «no construir ofertas de segunda calidad u ofertas de pregrado». En ese sentido, el rector sostuvo que el esfuerzo institucional que implicó el proceso a veces es subestimado o por momentos no es apreciado por la dimensión que tuvo.
Actualmente, el 7% del presupuesto de la Udelar está destinado al programa de desarrollo en el interior. Mencionó, al igual que Colina, que la matrícula de estudiantes en el interior es de un 10%, y agregó que la institución se está acercando a tener un porcentaje parecido de egresados a nivel de grado. También el 10% de los proyectos de apoyo a la iniciación de la investigación estudiantil está en el interior del país, entre el 10 y el 12% de los últimos ganadores de llamados del Programa I + D fueron docentes radicados en el interior. «El nivel de producción que tiene hoy el interior es absolutamente comparable con el de Montevideo, ya sea si se toma el indicador de publicaciones o de la capacidad de apropiarse de instrumentos para producir conocimiento como los proyectos de la Comisión Sectorial de Investigación Científica», afirmó.
Señaló que la Udelar debe ser capaz de construir tanto con ANEP como con UTEC, en clave de cooperación y no de aislamiento, mecanismos que permitan generar un verdadero sistema de educación pública terciaria y superior. Estas instituciones, indico, tienen la posibilidad de pensar el desarrollo en algunos espacios territoriales en forma conjunta, compartiendo recursos, complementando trayectorias y generando sinergías propias de distintos niveles de educación superior.
Por último, mostró preocupación por situación del Régimen de Dedicación Total (DT) de la Udelar, que este año tiene casi 100 docentes con proyectos DT aprobados académicamente pero sin poder ser financiados. Esto, sostuvo, repercute en la calidad del sistema de generación de conocimiento del país, no solo de la Udelar. Otra preocupación es que las restricciones presupuestales comienzan a transformarse en déficits incipientes en el interior y en Montevideo. Ante esto, «hay que combinar la democratización del conocimiento avanzado con estándares de calidad que sean defendibles en cualquier rincón del planeta en términos universitarios», concluyó.
Silveira hizo énfasis tanto en la falta de integración a nivel de instituciones del sistema educativo, pero destacó el avance en los últimos 15 años. Indicó que «todos estamos de acuerdo en la necesidad de llevar educación terciaria hacia el interior, es un proceso imparable que parece trascender incluso a los gobiernos, y va a crecer a un ritmo más alto que en Montevideo, porque hay una demanda fuerte».
Moraes recordó los desafíos y características de la descentralización, con sus principios y concepciones: «una Udelar gratuita, para todos, pero que no cae en una Universidad de primera en Montevideo y una de segunda en el interior». Según la subsecretaria existe una tensión entre la descentralización y la calidad pero fue contemplada a nivel institucional a la hora de planificar la regionalización. «El conocimiento juega un papel muy importante en el desarrollo humano y social, por eso los jóvenes deben vincularse más con el conocimiento y de una manera autónoma», dijo.
Por su parte, Netto destacó que la presencia de la Udelar en el interior generó cambios culturales a nivel local y de esta manera las instituciones se fortalecen y aprenden cada vez más. El desafío inmediato, aclaró, es que los jóvenes logren terminar la educación media para tener más oportunidades de acceder a la terciaria o superior.
Otro desafío, para Netto, es cómo lograr que la educación y las instituciones públicas de investigación promuevan nuevas empresas o alianzas con empresas. Señaló que la disponibilidad de infraestructura de formación e investigación va a continuar creciendo, pero tendrá un límite si no se profundiza la apertura de las instituciones a las empresas públicas.
Fuente y fotos: Portal de la Udelar